Ella siempre había estado acostumbrada a amores de esos que te dicen muchas cosas bonitas. Pero luego te clavan puñales. La historia siempre era la misma. " Que sí guapa, que sí."
Todo cambió, apareció ÉL. Todo era difícil. Pero que quereis que os diga, si es complicado, es porque vale la pena. O por lo menos ella quería intentarlo.
Era así, impulsiva. Se dejaba la piel, hasta el último resquicio. Por eso estaba agotada. De tantas batallas perdidas... Incapaz de rendirse a media historia. Iba hasta el final. Siempre hasta el final. Y con eso se encontraba... con FINALES.
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